miércoles, 8 de octubre de 2008

Malcriando al amor.

Y va y me dice... -Tu eres muy enamoradiza, no? - Pues no. Simplemente asumo las consecuencias de mi relación con el amor. Las personas que mantenemos una relación tan directa y profunda con el amor tenemos unos mecanismos extremadamente sensibles que ponen en movimiento nuestros sentimientos y emociones mucho antes, o por hechos mucho menos relevantes, que los que mueven los mecanismos sentimentales de los demás (conocidos vulgarmente como NORMALES).

Para mi es algo biológico, es incontrolable, como una enfermedad, es como un sistema-resorte: veo algo o siento algo... mi pupila se dilata, mi corazón se acelera, mis ojos enrojecen, mis lagrimales se calientan... las emociones se disparan, todo ocurre más deprisa y tengo que hacer un titánico esfuerzo por flotar sobre esa situación para conseguir un poco de objetividad... intentar mirar lo que está pasando como si fuera una película, y no mi propia vida, para poder comentarla a la salida del cine...

Me encantaría enamorarme más fácilmente. Pero enamorarse no es un ejercicio. El amor es un maleducado, entra y sale cuando quiere y sin llamar, y si lo tratas como a un niño y lo consientes, pues mas maleducado se vuelve. Y las personas que nos encanta el amor y lo sentimos por 'nada', lo consentimos todo lo que podemos a ver si viene y se queda de una vez, le hacemos un sitio cómodo y sin hipoteca y aún así insiste en largarse... Ay!, inconsciente!

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