Y con la impotencia en mí, me encuentro estocásticamente frente a la muerte. Y tranquilamente, sin rabia, me hago un montón de preguntas q se resumen en una:
¿Porqué?
Luego, ilusa d mí, yo misma trato de responderme, no en busca d sabiduría, sino d consuelo… Y la respuesta, como en la gran mayoría d preguntas, siempre es la misma:
Todo ocurre por algo, aunque ahora desconozcas los porqués.
j
No hay comentarios:
Publicar un comentario